Es Johannes Fasen, el cerebro de la trama del llamado 'Horsegate'. Llegó a comprar en España 150.000 caballos sin control sanitario. Ilegal porque eran caballos de crianza y renta que no pueden entrar en la cadena de consumo; podían llevar antibióticos. Tenían problemas sanitarios y Fasen era consciente de que compraba caballos de crianza o entrenados para competir, anabolizados o tratados con antibióticos cuando estaban enfermos, no aptos para consumo. También compraba burros. La carne podía causar reacciones alérgicas o producir resistencia a los antibióticos, provocando problemas graves de salud. Los caballos para consumo son de engorde y tienen un pasaporte de trazabilidad. Para blanquear el pasaporte de los equinos, los ganaderos “comprados” por Fasen los maltrataban sacándoles los chips. Lo hacían en vivo, haciendo sufrir a los equinos. Después les introducían un chip falso. La trampa proporcionaba mucho dinero porque eran caballos mucho más baratos. La época de la crisis dejó a muchos equinos a disposición de los estafadores de carne de caballo como Fasen. La gente le daba los caballos por muy poco dinero porque era más barato que deshacerse de ellos de manera legal.
Tres mataderos de Astorga, León o Toreno estuvieron implicados o engañados en España. Algunos sabían lo que despiezaban, otros no. En las vigilancias los agentes veían llegar camiones de caballos ilegales, de cinco en cinco cada día. Los camiones iban cargados con equinos que eran sacrificados, aunque solo se daban de alta unos pocos. Vendieron en carnicerías de Valencia o en Palencia para transformar en cecina. Pero el 95% salía a Europa. Principalmente a Bélgica e Italia. No era la primera vez que Fasen se veía envuelto en un escándalo alimentario. Primero fue Holanda, su país de origen, del que huyó. Luego Francia. La carne que vendía Fasen fue transformada por empresarios franceses en hamburguesas o lasañas como si fuera vacuno. No solo no cumplían los controles sanitarios, además volvía a ganar dinero al pasarlos como carne de vaca. El escándalo de la carne de caballo conocido como 'Horsegate' saltó en el año 2013 al descubrirse que la importante cárnica francesa había vendido cientos de toneladas de carne de caballo haciéndola pasar por ternera y con la que se fabricaban platos precocinados como lasañas, musakas o chili.
La trama, descubierta inicialmente en Reino Unido, extendía sus tentáculos en más de una docena de países, donde algunas reconocidas marcas de comida precocinada habrían utilizado esta carne en la elaboración de millones de platos, La estafa se detectó en unas hamburguesas en Irlanda y más tarde en las lasañas. Cuando volvió a actuar en España, en 2017, Europol y el SEPRONA de la Guardia Civil trabajaron en este escándalo mayúsculo que llamaron operación Gazel. Fasen fue detenido en Bélgica donde huyó varios días antes de que la Guardia Civil explotara la operación. Fasen fue trasladado a España, entró en prisión y salió a los ocho meses, pendiente de juicio en España. Este enero se celebró en Francia el macrojuicio por la estafa de 2013 y cayó la condena y la orden europea de detención.
El equipo de huidos de la UCO lo encontró. Fasen se refugiaba en Calpe, viviendo a todo tren con los beneficios de su gran estafa. Calculen: vendía una casa por 2 millones y medio de euros, vivía en una similar y se estaba construyendo otra. Todo con los beneficios de la venta ilegal de carne de caballo.