Cubos llenos de cabezas, brazos y piernas, congeladores con penes. Este es uno de los muchos horrores que el FBI encontró en 2013 durante un registro en un Centro de Recursos Biológicos ubicado en Arizona (Estados Unidos). Los hechos han salido a la luz seis años más tarde tras presentarse una demanda civil contra la empresa y su propietario, Stephen Gore, según informa Arizona Republic.
En la abundante documentación aportada al caso figuran declaraciones como la de Mark Cwynar, exagente adscrito a la oficina del Fiscal del estado. Asegura que al entrar en el centro observó "escenas inquietantes" como un cubo lleno de cabezas, una nevera con penes y un cuerpo cosido 'al estilo Frankestein'. Su relato describe una auténtica 'casa de los horrores' con miembros y partes completas de cuerpos humanos apilados de forma incorrecta y sin identificación.
Los más de treinta demandantes son familiares de los fallecidos que alegan que el Centro de Recursos Biológicos obtuvo los restos humanos a través de "declaraciones falsas", que se usaron para comerciar con ellos a través de intermediarios o que fueron tratados sin dignidad ni respeto.
Como otras muchas compañías del sector, Centro de Recursos Biológicos se había instalado en Arizona aprovechándose se la favorable legislación sobre donaciones y tratamiento de restos humanos que está en vigor en este estado aunque ya existe un texto más restrictivo que aún no ha podido entra en vigor.