Casas de apuestas a escasos metros de los colegios. Es el problema que denuncian desde el colectivo Stool Street Art y distintas asociaciones vecinales de Valencia. Esta vez, la protesta ha sido por la vía artística. Han pintado en las aceras de las casas de juego la distancia en metros a la que se encuentran de los centros educativos. “Nos mueve la preocupación que nos generan problemas sociales que nos afectan a todas y a todos”, afirman las artistas que se muestran ilusionadas con “poder colaborar a ser parte de la solución y no del problema”.
Desde la puerta del colegio San Roque en Valencia no es necesario caminar más de 10 metros para entrar en una casa de apuestas. Y no más de 60 pasos separan el IES Lluís Vives de otro establecimiento similar. Por eso, 15 personas se han organizado este fin de semana, a propuesta de las artistas, para recorrer los principales barrios de Valencia - El Cabanyal, La Zaidía, Benicalap y Ciutat Vella - y llevar a cabo la protesta.
Ana, de 27 años, no dudó en participar. “Es increíble que esto ocurra. Hace falta legislación”, sentencia. Y lanza un mensaje a la ciudadanía: “creo que cualquier persona verá lógico lo que hemos hecho. No es impedir que haya casas de apuestas, pero habría que fijar horarios y distancias”. Ana insiste en que los adultos son libres de hacer lo que quieran, pero que se deben proteger los derechos de la infancia. “Si cuando sales del instituto ves una casa de juego, seguramente querrás entrar”, comenta. Y añade que la tecnología no ayuda a combatir estas posibles adicciones. “Si no les permiten la entrada, llegarán a casa y accederán desde sus teléfonos”.
En Valencia, la reivindicación ha sido bien acogida. Los ciudadanos, mientras recorren esas distancias tan escasas, reflexionan: “es un vicio, llegan incluso a robar a los padres”. Hay quien va más allá y pide que “se saquen de Valencia”. No así los grafitis que, apuntan, “aún los tendrían que haber pintado más fuerte”.
Las artistas confiesan estar contentas con el impacto conseguido, “pero la satisfacción real dependerá de la implementación de políticas públicas que ayuden a subsanar el problema”. Por eso mencionan directamente al ministro de Consumo, Alberto Garzón, en su publicación de Instagram. En el mismo texto hacen hincapié en un informe del ministerio que habla de que un total de 400.000 menores de 25 años apostaron online en 2018. Una cifra que supone un incremento del 13% respecto al año anterior.
Precisamente hoy, Día Internacional del Juego Responsable, Garzón ha anunciado, entre otras medidas, que se prohibirá la publicidad de los bonos de captación para los juegos de azar. Un sistema que afecta a colectivos vulnerables como los menores.