Habla "de víctima a superviviente y de ahí a una mujer valiente". La carta de la víctima de la manada a "El Programa de Ana Rosa" es una agradecimiento a su familia y "a toda la gente que sin conocerme tomó España y me dio voz cuando muchos me la intentaron quitar". Un apoyo que, escribe, le ha ayudado a sentirse parte de la sociedad. "Nadie tiene que lamentarse de beber, de hablar con gente en una fiesta, de ir sola a casa o de llevar minifalda". Transmite fuerza al resto de víctimas y les anima a denunciar aunque "el camino que hay que recorrer no es plato de buen gusto". Es una lucha contra el miedo y el silencio: "No os quedéis callados porque si lo hacéis les estáis dejando ganar a ellos".