Según informa el diario The Telegraph, el estudio realizado en la facultad de medicina de Harvard afirma que la reducción del consumo de carne roja en la población podría prevenir una de cada diez muertes prematuras en los hombres y una de cada trece en las mujeres.
El Dr. Frank Hu, coautor del estudio, explica en el citado diario que "se da la evidencia de que incluso consumir cantidades moderadas de carne roja se asocia con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas y muerte prematura. La conclusión es que debemos comer carne roja sólo de manera ocasional y no como parte habitual de nuestra dieta".
La carne roja contiene altas cantidades de grasas saturadas y reemplazarla por aves de corral, pescado o verduras y otros alimentos saludables reduce el riesgo de morir hasta en un 12%, según el estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine
El autor principal del estudio, el doctor An Pan, explica en la publicación que "hemos encontrado que un mayor consumo de carnes rojas procesadas y sin procesar se asocia con un mayor riesgo de mortalidad". "En comparación con la carne roja, otros componentes de la dieta, tales como pescado, pollo, nueces, legumbres o los productos lácteos bajos en grasas, se asociaron con un menor riesgo", afirma.
Los científicos, además, explican que las personas que consumen una dieta rica en carne roja son propensos a ser menos saludables en general, porque tienden a ser fumares, a padecer sobrepeso y a llevar una vida sedentaria.