Los investigadores añaden también que los efectos de una ingesta abundante de carne roja tienen consecuencias en la salud pública como son los derivados de "una actividad sexual más temprana, embarazo en la adolescencia, y uso de alcohol y tabaco".
Los autores del estudio son conscientes de la importancia de una alimentación sana y equilibrada en estas etapas del desarrollo humano por lo que apelan al sentido común a la hora de escoger una dieta variada: “A pesar de que la ingesta de proteínas animales en la infancia es importante para el crecimiento y el desarrollo, algunas fuentes de proteínas de origen animal pueden ser más saludables que otras”.