Un hombre acusado de la violación de una menor, de detención ilegal y de usurpación de funciones, al hacerse pasar por un policía cuando perpetró la agresión sexual en su coche -un señuelo que utilizó posteriormente con otras cinco víctimas-, ha aceptado una pena de seis años y medio de prisión.
En la sección segunda de la Audiencia de Tarragona se ha celebrado este miércoles la vista de conformidad, en la que el procesado ha aceptado una pena de seis años y medio de prisión frente a los 28 años y tres meses de cárcel que pedía inicialmente el ministerio público en su escrito de acusación.
El hombre se enfrentaba a esta pena por los delitos de agresión sexual a menor de 16 años, detención ilegal, siete delitos de coacciones y un delito de usurpación de funciones públicas por unos hechos ocurridos en Salou y Tarragona en los años 2019 y 2020.
Según el fiscal, el acusado circulaba con su vehículo en noviembre de 2019 por Salou (Tarragona) cuando se aproximó a las dos víctimas, menores de edad, y les exhibió una placa que simulaba la de un agente de policía, indicándoles que subieran al vehículo para llevarlas a casa.
Una vez dejó a una de ellas en casa, llevó a la otra víctima por un camino de tierra y, entonces, detuvo el vehículo en una zona despoblada, donde la agredió sexualmente.
Antes de dejarla en su casa, sostiene el fiscal en su escrito de acusación, volvió a detener el vehículo en varias ocasiones, realizándo tocamientos a la menor.
En el año 2020, en primavera, tras la declaración del estado de alarma, y aprovechándose de la incertidumbre generada e identificándose como policía a través de la exhibición de una placa que aparentaba ser real, hasta en cinco ocasiones siguió a otras tantas chicas, conminándoles a subir a su vehículo, efectuándoles seguimiento o amedrentándolas con imponerles una sanción.
En la sentencia de conformidad, se ha impuesto al procesado una pena de 4 años de prisión por el delito de agresión sexual a menor de 16 años, un año y seis meses de cárcel por el de detención ilegal, y otro año de prisión por el de usurpación de funciones al hacerse pasar por policía.
Además, se condena al hombre, que está en prisión provisional desde mayo de 2020, a una multa de 9 meses a una cuota diaria de 4 euros por los siete delitos de coacciones por cada una de sus 7 víctimas, es decir, de 1.080 euros, así como a indemnizar a las víctimas con 16.000 euros en total.