Condenado a 39 años de cárcel por apuñalar a su exnovia de 14 años y abandonarla agonizando

  • El acusado, que ahora tiene 29 años, admitió los hechos

  • La chica le había dicho que quería dejar la relación

Un hombre ha sido condenado en Granada a 39 años y medio de cárcel -solo cumplirá 30, la pena máxima- por varios delitos, entre ellos el de tentativa de asesinato. Durante el juicio reconoció haber asestado hasta 26 puñaladas a su exnovia, entonces de 14 años, cuando quiso cortar la relación. La dejó agonizando en una casa abandonada pensando que estaba muerta.

El joven, que ahora tiene 29 años, ha sido condenado por asesinato en grado de tentativa, abuso sexual continuado, quebrantamiento de medida de seguridad con reincidencia, embaucamiento para facilitar material pornográfico a una menor de edad, y contacto con menor de 16 años a través de Internet con fines sexuales, según consta en la sentencia.

Por todo ello, junto a la pena total de 39 años y medio de cárcel, también tendrá que cumplir una orden de alejamiento y de prohibición de comunicación con la víctima por un total de 50 años, así como a pagar una indemnización de 836.444 euros en concepto de responsabilidad civil.

La sentencia, hace constar que, en enero de 2017 y a través de la red social Facebook, con "deseo de satisfacer sus deseos libidinosos", el joven contacta con la chica, que tenía 14 años, diciendo que él tenía 17, aunque luego manifestó tener 20, y pese a tener 26. En el contexto amistoso en que desarrolló la relación, tras conocerse personalmente, la menor "comenzó a remitirle fotos de contenido erótico" que él conservó.

Comenzaron posteriormente una relación sentimental, y la madre de ella, los sorprendió el 7 de febrero, después de que hubieran "realizado el acto sexual" en su dormitorio, y "dio aviso a la policía interponiendo denuncia por estos hechos".

Se le impuso entonces una orden judicial de alejamiento pese a lo que "continuaron viéndose", lo que dio lugar a una condena por quebrantamiento de condena un mes después.

Pese a dicha condena, "el acusado y la menor continuaron hablando y viéndose, quedando a través de las redes sociales para concertar los encuentros", detalla la sentencia.

Al descubrir "el carácter excesivamente celoso y controlador del acusado", la menor le hizo saber en el mes de agosto de 2017 que "no deseaba continuar con dicha relación", concertando una cita el día 29.

Una vez que se vieron “la agarró del brazo y la introdujo a la fuerza en una casa en construcción" del Cerrillo de Maracena. La llevó entonces "hasta la habitación más pequeña de la casa y con menos ventanas para asegurare que nadie los escuchara, intimidándola y arrinconándola en una esquina", sacó una navaja de ocho centímetros de hoja, diciéndole que "si no volvía con él se mataba". La tiró entonces al suelo, "rajándole los pantalones para bajárselos", y comenzó a hacerle, en el transcurso de la agresión, "tocamientos de contenido sexual" y a darle "puñetazos en la cara".

Tras apuñalarla hasta en 26 ocasiones y, "actuando el procesado con notable desprecio por su condición de mujer", la dejó inconsciente y "en estado agonizante" abandonada en el lugar, hasta que fue encontrada al amanecer por unos vecinos que escucharon su petición de auxilio.

En el juicio, celebrado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, a finales del pasado mes de mayo, el ahora condenado señaló que le asestó múltiples puñaladas hasta que se "desvaneció" y la creyó muerta.

En su sentencia, contra la que cabe recurso, la Audiencia ratifica la prisión provisional en la que ya estaba el procesado, especificando además que "el máximo de cumplimiento total" de las penas de prisión impuestas por esta causa será de 30 años, conforme prevé el Código Penal.