Ambos tuvieron que rellenar un extenso cuestionario y serán examinados dos veces al día antes del recital que tienen previsto celebrar mañana en Manila, informó el Ministerio de Sanidad filipino.
Inicialmente, el ganador y el segundo clasificado de la última edición de "American Idol" se negaron a cumplir esos requisitos a su llegada al país el pasado miércoles, y salieron a toda prisa del aeropuerto.
Sin embargo, las autoridades sanitarias filipinas se personaron luego en su hotel y les advirtieron de que serían detenidos si no se someten a las pruebas, obligatorias para todos los viajeros procedentes de Estados Unidos.
Además, sus fans deberán mantener con ellos una distancia de al menos dos metros, evitando cualquier tipo de contacto físico como medida de precaución.
Filipinas ya obligó a mantener la misma cautela al boxeador Manny Pacquiao, a quien primero pidió que no regresará al país tras un combate en EEUU y finalmente logró que aceptara quedarse cinco días en cuarentena antes de un desfile triunfal por las calles de Manila.
El país no ha registrado hasta el momento ningún positivo por el virus, del que ya hay tres casos confirmados en el Sudeste Asiático: dos en Tailandia y uno en Malasia.