Los agentes policiales se encontraron con al menos seis táperes con un tamaño considerable que contenían los restos de su madre, una mujer de 66 años. Asimismo, también hallaron un cajón con huesos diseccionados y con partes del cadáver como la cabeza y parte de la espalda, tal y como recoge 'El Mundo'.
Las personas encargadas de investigar el caso han explicado que el autor cortó todos los trozos con gran limpieza y precisión. Los restos encontrados pertenecían a las manos y a los pies de la víctima y faltaban sus órganos vitales. En la basura de la casa y en los cubos del edificio encontraron algunas de las vísceras que había tirado.
Los restos de sangre secos hallados en el lugar de los hechos han hecho que los investigadores concluyan que el crimen fue perpetrado hace dos o tres semanas.
La detención se produjo el pasado jueves en una vivienda situada en el primer piso del número 50 de la calle Francisco Navacerra en el distrito de Salamanca después de que una amiga de la fallecida se dirigiera a la oficina de denuncias y atención del ciudadano de la zona para comunicar a los agentes que llevaba alrededor de un mes sin ver a su amiga.