Los vecinos huyen de los disparos durante el atraco en Cangas de Onís
Han sido testigos desde una esquina del atraco a un banco en Cangas de Onís, Asturias. Los disparos han sonado muy cerca de ellos. Olían, incluso, la pólvora. Los vecinos que se encontraban en ese momento en la calle no daban crédito a lo que estaba ocurriendo. Algunos, en el coche, tenían la escena frente a sus ojos con un policía a muy pocos metros sujetando una pistola. En esa situación era imposible contener el pánico y buscaban, desesperados, un refugio. La mayoría ha logrado colocarse en un portal junto a uno de los agentes que, manteniendo la calma, les indicaba que tocaran para que alguien les abriera y que no salieran a la calle. Y hasta que la calma no ha llegado, de nuevo, a esta calle de Cangas de Onís ahí han permanecido. Atrincherados junto al miedo.