Es la vida a ras del suelo y se levanta en Barcelona. En plena plaza de Cataluña setenta indigentes han colocado su techo. Hace dos meses colocaron aquí sus tiendas de campaña e improvisaron sus chabolas conviviendo con turistas y vecinos. Han convertido su falta de recursos en un modo de protesta. Piden una vivienda digna. Los servicios sociales ya les han informado de que pueden visitar los albergues, pero para esta pequeña familia sin techo la atención no es suficiente. El Ayuntamiento los considera un movimiento reivindicativo. Cree que son los Mossos quienes deben desalojarlos. Los Mossos argumentan que es labor del Ayuntamiento y, entre unos y otros el problema, sigue acampado en el centro de la ciudad.