Miguel Ángel Ortiz, camionero de Ontur, un pequeño pueblo de Albacete, ha vuelto este lunes a su casa después de una semana de calvario en Dover, en la frontera entre Francia e Inglaterra. Al igual que miles de transportistas españoles, pudo cruzar el Eurotúnel y podrá disfrutar con su familia, al menos, la Nochevieja.
Esta mañana, las lágrimas casi le caían de los ojos cuando le contaba a NIUS que hoy iba a volver, después de una pesadilla que afirma que fue "un verdadero encierro". Además, lejos de echar culpas y mostrar su enfado, solo tenía buenas palabras: "Quiero agradecer también a todos los ciudadanos del Reino Unido que nos han ayudado trayéndonos comida y dar las gracias por el apoyo que hemos recibido en las redes sociales".
Miguel Ángel no se esperaba que su familia lo recibiera de la manera que lo ha hecho. Mientras su mujer Clara gravaba el entrañable momento, sus dos hijas y sus suegros lo esperaban con un cartel pintado por ellas qué decía: "Bienvenido Papá, te queremos". El transportista no se esperaba este recibimiento y no ha podido tampoco contener las lágrimas cuando su hija pequeña, Isabel, ha ido corriendo a abrazar a su padre: "No me lo esperaba, menuda encerrona".
Miguel Ángel quedó atrapado en Reino Unido la madrugada del lunes pasado, 21 de diciembre, cuando pretendía cruzar a Francia después de entregar una carga en Inglaterra. El gobierno francés anunciaba el mismo día que cerraba las fronteras por la nueva cepa de coronavirus que había aparecido en el país británico.
El camionero de Ontur se encontraba atrapado en el aeropuerto de Manston, donde el Reino Unido indicó a a los transportistas que pararan sus camiones. Tras dos días sin noticia alguna, las miles de personas atrapadas como Miguel Ángel vieron como no les llegaba agua ni comida por parte de nadie, tan solo contaban con sus propias previsiones. Además, tampoco podían ir a ninguna instalación para ducharse y cuenta además que había "muy pocos baños".
Por esta razón, el miércoles, un día antes de nochebuena, un grupo de camioneros junto con él decidieron corta la carretera A227 de forma pacífica a la altura del mismo aeropuerto pidiendo respuestas a Europa. "Si nosotros no nos movemos, ellos tampoco", contaba a NIUS.
Este mismo día el gobierno francés había anunciado que exigía una prueba con resultado negativo de covid para poder cruzar el canal de la Mancha. Por esta razón, los sanitarios con la ayuda de los militares empezaron a realizar test rápidos para todos los camioneros. No obstante, realizar test a más de 10.000 personas no era un trabajo fácil ni rápido. El proceso era lento y las condiciones de los transportistas no mejoraban.
Ante esta situación de impotencia, se añadía el problema de la escasez de agua y de comida. Por ello, algunos ciudadanos ingleses se acercaron al aeropuerto para repartir comida a los camioneros encerrados de forma surrealista: lanzaban comida por encima de las vallas porque no se podía entrar ni salir.
El día siguiente, 24 de diciembre, Miguel Ángel empezó a ver cómo los militares empezaban a realizar pruebas de forma más rápida a todos los camioneros. Aun así, no pudo evitar pasar en cabina la Nochebuena, aunque parecía que no perdía la ilusión por la Navidad. Entre villancicos navideños enseñaba el pasado jueves el lugar donde iba a cenar ese día junto a una foto de su familia: "Si puedo y la cobertura lo permite les haré una videollamada".
Aunque ninguna alegría parecía acompañar al camionero, también nos contaba su cena con un toque de humor: "El menú por desgracia esta noche es ligero: una lata de calamares y otra de atún". Aun así, tampoco escondía la triste realidad: "No estaba previsto que nos quedásemos en este aeropuerto en Nochebuena".
A la mañana siguiente, sobre las 11 unos militares acudieron al camión de Miguel Ángel para realizarle un test rápido de antígenos. Tras darle el resultado negativo, pudo salir del aeropuerto de Manston a las 11 de la noche y consiguió cruzar el Eurotúnel la madrugada del sábado.
Tras pasar el canal de la Mancha y "libre" del arresto de Dover, empezó a conducir hacia España hasta este mediodía, cuando ha llegado por fin a Ontur, donde su mujer, sus suegros y sus hijas le esperaban con los brazos abiertos: "Bienvenido Papá, te queremos".