Una potente explosión en el polígono petroquímico de Tarragona, seguida de varias detonaciones más, sembró el pánico ayer por la tarde en toda la zona.
Las explosiones se escucharon a varios kilómetros, mientras una enorme llamarada se hacía visible desde varios cientos de metros de distancia.
La deflagración, provocada por causas que todavía se están investigando, ha provocado un muerto por la onda expansiva, ocho heridos y un desaparecido.
Mientras, continúan las labores de extinción en la planta. Los bomberos, que llevan toda la noche trabajando, esperan a que acabe de consumirse el óxido de etileno, un producto no tóxico pero sí muy inflamable.
Para garantizar la seguridad en todo el perímetro durante las tareas, los empleados de siete empresas de la zona han sido evacuados y se han suspendido tres líneas de tren.