El número de nacimientos se redujo un 5,8% en el primer semestre de 2018, mientras que el de defunciones aumentó un 2,1%. En el primer semestre del año se registraron 179.794 nacimientos, un 5,8% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Durante el primer semestre fallecieron en España 226.384 personas, un 2,1% más que en el primer semestre de 2017. Este aumento se debió, fundamentalmente, a la alta mortalidad registrada en el mes de enero.
El crecimiento vegetativo de la población (es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones) fue de –46.590 personas en los seis primeros meses de 2018. Esta cifra, que es más negativa que la del mismo periodo de 2017, se debió tanto a la mayor mortalidad como a la menor natalidad registrada este año.
La Rioja (–13,7%), Extremadura (–10,3%) y Cantabria (–7,8%) registraron los
mayores descensos. Por su parte, el número de defunciones aumentó en 12 comunidades. Los mayores
incrementos se dieron en Canarias (10,2%), Andalucía (5,3%) y Cantabria (5,1%).
El saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) fue positivo en el primer semestre de
2018 en tres comunidades: Comunidad de Madrid (en 3.714 personas), Región de Murcia (997) e Illes Balears (428). Por el contrario, los saldos vegetativos más negativos se dieron en Galicia (–9.135 personas), Castilla y León (–7.857) y Comunitat Valenciana (–5.959).
Durante el primer semestre de 2018 se registraron 69.777 matrimonios, un 5,7% menos que en el mismo periodo de 2017. El número de nacimientos disminuyó en la primera mitad de 2018 en todas las comunidades autónomas.
En cuanto al número de matrimonios, los mayores aumentos se dieron en Cantabria (6,8%, La Rioja (5,6%) y Canarias (1,1%), mientras que los descensos más acusados se registraron en Galicia (–14,7%), Comunidad de Madrid (–14,1%) y Extremadura (–10,2%).
El catedrático de Sociología en la Universidad de A Coruña, Antonio Izquierdo ha analizado la tendencia a la baja de los últimos diez años y han concluido que España, como tantos países de la Unión Europea, es un país "instalado en un régimen de muy baja fecundidad". "Esto es así desde hace mucho tiempo y va a seguir así. No es nuevo", ha matizado.
En cuanto a las causas de esta caída de la natalidad, Izquierdo ha precisado que se debe a "que se retrasa el primer hijo y se retrasa tanto que al final solo se tiene uno o no se tiene ninguno" y a que "aumenta la infecundidad voluntaria, es decir, el número de mujeres que no quieren tener hijos, y la involuntaria, aquellas que aunque quieren no pueden tenerlos".
España, según ha precisado, ha realizado la "transición demográfica" que consiste en variar de un régimen de alta mortalidad y alta fecundidad a un régimen de baja mortalidad y baja fecundidad. Este tránsito se debe, según ha explicado, a "la modernización económica" o a que las familias ya no necesitan tener tantos hijos para que sobrevivan.
Actualmente, los países europeos están viviendo, según ha indicado el experto, la llamada "segunda transición demográfica", caracterizada por "la pluralidad de formas familiares, incremento de los divorcios, incremento de la cohabitación y retraso de la maternidad".
Sobre el incremento de defunciones, con la cifra más alta desde 1941, Izquierdo ha precisado que hay más muertes por el envejecimiento de la población pero no porque aumente la intensidad de la mortalidad que está "en mínimos".
De cara al futuro, el sociólogo ha apuntado que estos datos muestran que España "va a seguir igual, en un régimen de baja fecundidad, como todos los países europeos, que envejecen y tienen un número inferior de hijos" y donde el descenso de población es menos acuciante por la llegada de inmigrantes.
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