Buscan a un hombre en Torrevieja por hacer saltar su casa por los aires porque se llevaba mal con los vecinos
Los bomberos han descartado que el inquilino esté bajo los escombros
Hallan en la vivienda bombonas de gas, gasolina y pintura
Solo hay heridos leves pero el edificio ha resultado muy dañado
Los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local buscan a un vecino de Torrevieja, Alicante, sospechoso de haber provocado una explosión en su piso. Ha ocasionado numerosos destrozos pero nadie ha resultado herido grave. Los bomberos no lo han encontrado entre los escombros. Sus vecinos aseguran que es una persona conflictiva y que ha había amenazado varias veces con "volar" el edificio.
En el interior de la vivienda, un primero del número 217 de la Avenida Diego Ramírez Pastor, de Torrevieja, se ha encontrado 9 botellas de gas butano, 3 de cámping gas, botes de pintura y latas de gasolina "estratégicamente repartidas" por las estancias. Con estos indicios "cabe pensar que había una intencionalidad para que se produjera la explosión", ha explicado un portavoz
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El inquilino del piso es, según los vecinos, una persona conflictiva y con la que tenían problemas de convivencia. En alguna pelea había amenazado con hacer "volar" el edificio. Algunos testigos señalan que anoche discutió por última vez con una mujer.
Pese a que en un principio, los Bomberos han buscado al inquilino entre los escombros del piso los efectivos han descartado finalmente que se encontrara allí. Por eso tanto Guardia Civil como Policía Local tratan de localizarlo.
El siniestro solo ha provocado heridos leves, como vecinos atendidos por crisis de ansiedad, pero sí se contabilizan daños materiales importantes en el edificio, sobre todo en la primera planta, la de la explosión. En las demás plantas, los vecinos podrán volver pronto a sus casas porque parece que no hay daños estructurales en el edificio.
La explosión también ha afectado a vehículos aparcados en la calle como consecuencia de la onda expansiva y hay señales de metralla en el edificio del otro lado de la calle.
Los conflictos vecinales se disparan con el estado de alarma
Los conflictos vecinales se dispararon un 82% en la ciudad de Valencia durante el primer estado de alarma, según un informe del Servicio de Mediación Policial y por el Gabinete de Estudios y Prospectiva de la Policía Local de la ciudad, que señaló los ruidos o problemas con las mascotas como causas principales.
La intervención de la policía ayudó en un 79% de los casos a apaciguar los ánimos, algo que hoy, lamentablemente, no ha sucedido.
Entre los problemas más habituales estaban los ruidos por la música o televisión alta y arrastre de muebles, las molestias provocadas por animales y mascotas, por obras, y por razones relacionadas con la salubridad y la higiene.
Durante el pasado confinamiento domiciliario “se intensificaron circunstancias que generan estrés y que favorecen un clima tendente al conflicto", según la explicación del Ayuntamiento de Valencia.
El concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València, Aarón Cano, ya dijo el pasado junio al respecto que "no sabemos si esta situación viene para quedarse, pero sí sabemos lo que tenemos que hacer para adaptarnos a esta nueva realidad y mejorar el servicio y atención a la ciudadanía".