Buscan a una mujer de 45 años desaparecida en Algeciras: se le perdió la pista cuando salió a pasear
Su pareja interpuso una denuncia alertando de la desaparición
Salió de casa sin su teléfono móvil
La Policía Nacional está tratando de localizar a una mujer de 45 años de edad, identificada como P.C., desaparecida desde el sábado en la zona del río de la Miel de Algeciras (Cádiz).
Así, este cuerpo está investigando las causas de su desaparición y ha establecido un dispositivo para localizar a esta mujer después de que su pareja interpusiera una denuncia. La Policía Nacional ha informado que a esta mujer se le perdió la pista cuando salió en la mañana del sábado a dar un paseo sin teléfono móvil.
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La pareja de la desaparecida ha indicado que "se le ha perdido la pista en Ubrique" toda vez que "hay constancia de que un taxista la llevó hasta allí". Por su parte, el Teléfono Único de Emergencias Sanitarias ha recibido sobre las 13,00 horas de este domingo un aviso alertando de la desaparición de esta mujer, de 45 años de edad, desde que saliera el sábado a las 10,00 horas, según ha informado Emergencias 112.
Otras desapariciones
El distrito madrileño de Moratalaz se ha volcado en la búsqueda de una mujer de 92 años que desapareció de forma "muy extraña" el martes 26 de mayo cuando volvía a casa después de acudir a una peluquería.
A Macarena Correas Díaz se le perdió la pista ese día a las 17.50 horas. Había acudido a una peluquería en la zona de la avenida de Vinateros. Las trabajadoras no notaron nada raro; al contrario, les dijo que salía "muy contenta" después de arreglarse el cabello tras dos meses y medio de confinamiento.
Macarena vive con su hijo en el barrio. A pesar de que tiene 92 años, aparenta varios menos porque se encuentra física y mentalmente bien, según su familia. Y es que apenas toma medicación y puede hacer una vida independiente. La desaparecida mide 1,50 metros de estatura, tiene el pelo rubio teñido, ojos castaños y algo achinados y un lunar marrón en el brazo.
Su hijo denunció los hechos a la Policía cuando volvía a casa de trabajar y no la encontró. La anciana no llevaba en el momento de desaparecer ni teléfono móvil ni bolso, solo el dinero justo para la peluquería y las llaves de la casa.