El 16 de noviembre del 2010 la paciente acudió al servicio de urgencias del Hospital de Badalona con dolor abdominal y según ha explicado la paciente Gloria Pérez, le recetaron medicación y le dieron el alta. La paciente reingresó al día siguiente aquejada de una grave infección urinaria y tras pasar «varias horas en un box», según Gloria, le dijeron que no podían hacerle una radiografía "porque no tenían recursos".
Finalmente, trasladaron a la mujer al hospital Germans Trias i Pujol de Badalona donde después de meses hospitalizada tuvieron que amputarle las dos manos y los dos pies, porque sufría necrosis en las extremidades. «Salí del hospital sin manos, ni pies», ha lamentado. Gloria, visiblemente afectada, ha señalado que antes «era una persona muy activa» y que ahora depende «totalmente» de sus hijas. En este sentido, ha indicado que tienen que darle la comida y bañarla, porque ella «no puede hacer nada».
Una de las hijas, Gloria Duno, ha explicado que han vivido «una pesadilla» porque «no solo le han amputado las manos y los pies a su madre, sino que a todos los familiares les han amputado la vida». Por su parte, la abogada del Defensor del Paciente, Matilde Barrabés, ha señalado que la sentencia reconoce «la mala praxis, el error en el diagnóstico y la falta de medios a disposición del paciente» por lo que «concede a la paciente la gran invalidez».