Como todos los jueves, los jóvenes de algunas ciudades, principalmente universitarios, dan por inaugurado el fin de semana. Esta madrugada, se han repetido los botellones multitudinarios sin medidas de seguridad frente al covidpor ejemplo, en Lugo.
Se saben las normas. "Súbete la mascarilla, chula", le dice un joven a una chica. "A ver, hay que tener sentidiño, como todo", señala. Pero aunque insista a ella le da igual. No quiere seguir las recomendaciones para evitar los contagios. "Ay, déjame", le dice al chico.
Los jueves para los universitarios de Lugo son una noche de fiesta, como en muchas ciudades universitarias.
Los jóvenes esperan en la entrada de los bares. "En los pubs la gente con la mascarilla. Yo creo que la gente está controlando cada vez más", dice otro chico, mascarilla en boca.
No obstante, en la calle las normas se relajan. Se quitan la mascarilla. "Pero solo para beber, un sorbiño y ya", dice una joven. Aunque la realidad es que se ponen la mascarilla cuando ven las cámaras de televisión.
Comparten cigarros, pasan por cordones policiales y beben en la calle sin control. En Pamplona, otra de las ciudades de tradición universitaria, los jueves tienen nombre propio: Juevintxo.
Una oportunidad para salir de botellón y que muchas veces acaba en violencia, normalmente contra la policía. “La gente está asalvajada”, dice un testigo de lo que pasa cada jueves en la ciudad pamplonica.
Y en este ambiente, los hosteleros no pueden más. “No todo vale”, dice uno de ellos. Tampoco están a gusto los vecinos, que a la mañana siguiente van a trabajar viendo sus calles como basureros.