Al `Tomate´, un conocido narco sanluqueño, le gusta asomarse por la ventana. A la ventana se asomó en octubre del año pasado, alarmado, cuando la Guardia Civil desarticuló su organización, y le intervino más de siete toneladas de hachís. A la ventana ha vuelto a asomarse esta vez, cuando las fuerzas de seguridad se han pasado por su casa siguiendo la pista de su dinero. Entre ambas visitas, unos meses en prisión y una puesta en libertad bajo fianza.
"La casa estaba rodeada y teníamos un dron sobrevolándola", cuenta Manuel Rámirez de Guardia Civil en Cádiz." En el momento en que empezamos a darle porrazos a la puerta, el tío lo que hace es salir por una ventana y tirar un teléfono móvil afuera. ¿Qué pasa?, que nosotros lo tenemos grabado y recuperamos el teléfono".
Ese teléfono es una pieza más de la investigación que ha llevado a desmantelar la peculiar ingeniería financiera creada por el `Tomate´. Nada de empresas `offshore´, ni paraísos fiscales. Nada como la familia, debe pensar el conocido narco, que ha convertido a su círculo familiar más cercano en testaferros y personas de paja para mover capital y propiedades de unos a otros, en función de la vigencia de las condenas que les iban imponiendo.
"El `Tomate´ no es mucho de ingeniería financiera" precisan desde la Guardia Civil, "Lo suyo son propiedades, coches, barcos, y el dinero escondido".
Y en todo eso, desbrozando su red de finanzas familiares, ha centrado la investigación la operación `Sonatine´. El resultado, dos millones y medio de euros blanqueados en 18 propiedades, siete embarcaciones, 100.000 euros en coche y hasta 171.000 euros en metálico. Un detalle común a muchos narcos. Entre lo blanqueado, 159.000 euros a través de la compra de décimos de lotería premiados.
"A la mayoría de los narcos les suelen tocar los ciegos, la lotería...", ironizan los investigadores. "Tienen mucha suerte".
Hasta ahora, porque tras la operación hasta diez familiares del `Tomate´, esposa, hermanas, sobrinos y cuñados han sido puestos a disposición judicial.