Avalancha de gritos contra Bernardo Montoya, el asesino confeso de Laura Luelmo
José Rocamora
José Rocamora19/12/201816:27 h.
Esposado y sujetado por dos agentes a Bernardo Montoya solo le queda agacharse para evitar que la cámaras graben su rostro, la cara del asesino confeso de Laura Luelmo saliendo de la comandancia de la Guardia Civil en Huelva. Se marcha dejando atrás los insultos mientras que en El Campillo esperan su llegada para la inspección ocular. Aquí está su casa, muy cerca de donde vivía Laura. El lugar desde el que veía a la joven. Durante dos horas los agentes han recopilado más pruebas e imágenes en presencia del asesino confeso. Todo ocurría tras un biombo que no ha podido frenar la avalancha de vecinos a la salida de Bernardo Montoya. Difícil sacarlo del lugar donde le esperaba la rabia de un pueblo.