Un asesino y violador en serie, en prisión desde hace casi 30 años ha obtenido el derecho de morir, después de que los médicos determinaran que su trastorno psiquiátrico era incurable. Frank Van Den Bleeken no podía vivir en libertad a causa de su imposibilidad de controlar sus impulsos sexuales. Por esa razón había pedido el derecho a morir porque su trastorno le provocaba "sufrimientos insoportables".