Beber una pinta al día se ha relacionado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas graves, según un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ).
El consumo moderado de alcohol, generalmente definido como no más de 14 unidades de alcohol a la semana –más o menos equivalente a una botella y media de vino o siete cervezas-, se asocia a un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, informa The Independent.
Investigadores de la Universidad de Cambridge y el University College de Londres analizaron los registros de salud electrónicos de casi dos millones de adultos sanos del Reino Unido.
Encontraron que aquellos que bebían pequeñas cantidades a la semana presentaban menos probabilidades de padecer enfermedades relacionadas con el corazón que los alcohólicos o los abstemios.
Steven Bell, quien dirigió la investigación, dijo a The Independent que podría haber una serie de posibles explicaciones para estos hallazgos.
"En términos de biología, las personas que beben con moderación tienden a presentar niveles más bajos de inflamación, o niveles más altos de colesterol bueno", aseguró al mismo diario.
"Pero algunos dirían que estas personas sólo tienden a ser más saludables y socialmente comprometidos, y esto está llevando a niveles más bajos de los diferentes tipos de enfermedades del corazón que la bebida en sí".
La investigación, publicada en el British Medical Journal (BMJ), se suma a la evidencia ya existente de que beber alcohol dentro de los límites recomendados puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
El doctor Bell dijo que el estudio realizado a 1,93 millones de adultos era mucho mayor que otro tipo de estudios previos. "Vinculamos las bases de datos que contienen el consumo de alcohol de los pacientes registradas por el médico de cabecera o las enfermeras practicantes a los registros de enfermedades y pruebas", dijo. "Una de las ventajas de hacer esto es que pudimos crear un conjunto de datos representativos de la población en general, a una escala mucho mayor que los estudios anteriores".
Los científicos utilizaron estos datos para examinar el vínculo entre el consumo de alcohol y 12 disfunciones cardíacas.
Por otro lado, el estudio mostró que aquéllos que no consumían alcohol en absoluto tenían una mayor predisposición a padecer problemas de anginas, ataques cardíacos, muerte coronaria repentina, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular causado por pérdida de flujo sanguíneo, aneurisma abdominal y enfermedad arterial periférica.
Bell aseguró que la investigación no debe ser vista por los no bebedores como una razón para aumentar el consumo de alcohol, porque hay formas más seguras y más eficaces para reducir el riesgo de enfermedades del corazón, como una dieta saludable.
Investigaciones anteriores han demostrado una asociación entre el consumo moderado de alcohol y el riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, pero estos han sido controvertidos debido a la agrupación de no bebedores con ex bebedores, que pueden haber parado debido a la mala salud.
Para abordar esto, el estudio separó a los no bebedores de los bebedores anteriores y ocasionales. También se centró en la primera visita de cada paciente a un médico donde se les diagnosticó una enfermedad cardiovascular.
Beber más de los límites recomendados se asoció con un mayor riesgo de la mayoría de las condiciones, pero se encontró que tienen un menor riesgo de ataque cardíaco y anginas.