El pasado viernes 2 de agosto, el cadáver de un bebé fue hallado en un contenedor de basura en el barrio de Nuevo Roces de Gijón, según confirmó el Cuerpo Nacional de Policía. Fue un hombre que rebuscaba entre la basura del contenedor quien, sobre las 3.00 horas, encontró el cuerpo del bebé y avisó a la Policía.
Hasta el lugar se desplazaron la Policía Científica y Judicial, además del forense y equipo judicial, que ordenaron el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo. Dos días más tarde y según han informado diferentes medios como 'El Comercio', el equipo forense que se ha encargado de la autopsia del menor ha podido confirmar que el recién nacido murió asesinado después de nacer.
"Lo mataron nada más nacer y lo hicieron con ensañamiento", ha revelado el medio de comunicación. Según han podido conocer el periódico 'El Comercio', el cuerpo del bebé presentaba cortes por todo su cuerpo y lesiones internas, además, tenía los órganos vitales afectados.
La investigación que están llevando a cabo la Policía continúa abierta y han pedido a todos los hospitales de la zona que informen por si alguna mujer ingresa con síntomas de haber dado a luz. Las complicaciones que podrían llevar al ingreso de la madre podrían ser infecciones o hemorragias internas.
Los primeros datos que se pudieron conocer es que el bebé había nacido vivo. La Policía daba por hecho que el recién nacido, que era un niño, no fue dado a luz en un hospital, por lo que no se descarta que hubiera nacido en otro barrio o incluso ciudad a donde fue encontrado, en Nuevo Roces.
Asimismo, creen que llevaba como máximo unas horas en el contenedor, ya que el mismo hombre que le encontré había estado rebuscando en la basura, en ese mismo lugar, la tarde anterior. Este es un vecino de la zona que suele rebuscar en los contenedores y que dio la voz de alarma cuando a las 3.00 horas se encontró con el cuerpo del recién nacido, en una bolsa y con el cordón umbilical y parte de la placenta aún.