Un bebé de 11 meses se intoxicó el pasado 24 de agosto al introducirse en la boca una sustancia azul que encontró mientras jugaba en el parque de en frente de su casa en Getafe y que resultó ser éxtasis. Desde entonces, los padres del menor se sienten bajo sospecha por los servicios sociales.
En ese momento, estaba con su madre quien al darse cuenta le metió rápidamente los dedos y le sacó un rastro de saliva color azul. Volvió a casa y mientras ella llamaba a urgencias preguntando qué ocurría si el bebé comía tiza (pensando que había sido eso) su marido vio al niño ausente y totalmente rígido. Entonces, cogieron el coche y acudieron al Hospital Doce de Octubre.
Según el parte de ingreso, presentaba "un episodio de desconexión del medio, rigidez generalizada y revulsión ocular". Le pusieron un sondaje urinario y medicación intravenosa. Los análisis demostraron que se había intoxicado con éxtasis, en concreto metanfetamina informa El País. Tras 3 días en observación le dieron el alta.
Desde entonces, los servicios sociales del hospital y la unidad de atención a la familia de la policía investigan el entorno familiar. Han derivado el caso al juzgado que todavía tiene que decidir si continúa indagando o lo da por cerrado.
En el informe de alta, pusieron en el apartado de otros diagnósticos: "riesgo social" y destacaron en otros apartados que los padres eran de origen rumano. Esto no gustó a los progenitores del niño y acudieron a poner una denuncia por lo sucedido a la comisaría. Allí, aparecieron varias discrepancias a la hora de firmar la declaración oficial recogida por los policías, se volvieron a sentir atacados.
Les enfadaba tener que defenderse como sospechosos de intoxicar a su propio hijo. La pareja publicó lo sucedido en Facebook adjuntando además un vídeo del estado en el que solía estar el parque, lleno de suciedad, colillas y siendo el escondite de varios grupos de jóvenes.
Después de la declaración en comisaría recibieron la visita de los agentes para interrogarles sin darles mayor explicación. Se preguntaban por qué no les habían sometido a ellos a un análisis toxicológico y comprobar si ellos consumían esas sustancias por lo que decidieron hacerse las pruebas por su cuenta.
Ahora recogen firmas y buscan apoyo por si algún día aparece una comitiva judicial para llevarse al niño y quitarles la custodia de este.