Un niño de un mes está en estado crítico en Ucrania tras ser brutalmente golpeado por su propia madre. Mykyta fue descubierto por sus vecinos en la ciudad de Rivne, después de que su progenitora, de 19 años, le dejara solo y gravemente herido para poder acudir a una cita. El pequeño fue trasladado al hospital, donde le ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos. Los médicos creen que tiene fractura de cráneo, aunque no han podido examinarlo por completo debido a su estado.
El bebé vivía con su madre en un albergue social. El pasado 15 de octubre varios vecinos se dieron cuenta de que su madre había estado fuera todo el día y el niño se había quedado solo en la habitación, por lo que decidieron revisar cómo estaba. "Cuando entramos en el cuarto vimos a Mykyta en su cuna. Su ojo derecho estaba negro, tenía la nariz tapada con sangre coagulada y apenas respiraba", contó Tetiana Prymak, que también vive en el albergue. "Comenzamos a cambiarle la ropa y vimos moretones en todo su cuerpo", añadió.
Incluso una de las mujeres se desmayó al ver la condición en la que estaba Mykyta. Los vecinos llamaron inmediatamente a una ambulancia y a la policía. Cuando la madre del niño regresó al albergue la mañana siguiente fue detenida por la policía.
El jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Niños Rivne, Mykhailo Kulik, señaló que "el niño está en una condición grave y su vida corre peligro". "Nunca he visto a un bebé en un estado tan descuidado. Diría que su madre nunca le cambió la ropa ni usó pañales", agregó. La psicóloga del servicio social, Yulia Tkachenko, reveló que la madre había afirmado que las heridas del bebé habían sido causadas por una "corriente de aire frío", pero "no hay duda de que el bebé había sido brutalmente golpeado".
El responsable del albergue social confirmó que la mujer tenía otro hijo de tres años que también había sido atendido. El jefe del Servicio de Protección Infantil de Rivne, Andriy Mishchenia, ha adelantado que "la madre será privada de sus derechos como madre". "Le quitarán el bebé y le llevarán a un orfanato", ha agregado. La Policía ha abierto un caso penal por agresión e incumplimiento de los deberes paternales. Podría enfrentarse a hasta cinco años de cárcel.