Simnewb es el modelo más perfecto y parecido a la realidad de un bebé. Entre sus "capacidades" respira con dificultad, su boca se pone azul, la falta oxígeno e incluso puede ser necesario intubarle para evitar daños cerebrales.
Mide 51 centímetros, pesa 3,5 kilográmos e integra una compleja tecnología que reproduce las características de un recién nacido. "Su alto grado de realismo hará que los universitarios se involucren más y facilitará la práctica en los programas de reanimación neonatal, así como en los procedimientos y cuidados intensivos de recién nacidos", ha afirmado el farmacéutico y director de la empresa creadora del simulador, Jorge Vilaplana, durante su presentación en Madrid.
El bebé simulado plantea a los médicos y enfermeros casos prácticos que imitan la realidad. Reproduce las constantes vitales, tiene lloros diferentes, pupilas más o menos dilatadas y puede padecer espasmos. Es un modelo perfecto que permite el error sin hacer daño a alguien.
Según ha explicado el representante de Laerdal, el simulador va acompañado de un monitor, como los de las Unidades de Cuidados Intensivos, donde se pueden modificar diferentes parámetros fisiológicos referentes al bebé como su tensión, pulso o nivel de oxígeno. MLS