La alegría que sintió Emma al saber que tendría gemelos quedó ensombrecida por la peor noticia que podían darle: uno de ellos padecía anencefalía, una malformación severa del cerebro y el cráneo que no le permitiría vivir durante mucho tiempo. Aunque los médicos le ofrecieron a la familia Lee abortar a su hija, ellos prefirieron la opción de convertirla en donante de órganos, tal y como publica BBC.
A pesar de haberse estado mentalizando de esta triste noticia, el día del nacimiento llegó y, aunque su hermanito Josh nació sin ningún tipo de problema, la pequeña Hope solamente pudo vivir durante 74 minutos. "Este tiempo no es mucho, sin embargo, nos ha dado la oportunidad de llegar a conocerla. Justo antes de morir, me apretó el dedo y yo me desmoroné" dijo Andrew Lee, el padre de la bebé.
Los médicos, que agradecen el increíble esfuerzo psicológico que han hecho los padres, han sido capaces de extraerle los riñones y algunos otros órganos que podrán salvarle la vida a otros niños.