Son viejos barcos con nuevas vidas. Muchos embarcan para que este patrimonio del mar no se pierda. Salen a navegar por la ría, como a principios del siglo pasado, cuando el mar era el enemigo contra el que se luchaba con madera y velas. Medio centenar de embarcaciones tradicionales se reúnen este fin de semana en Combarro. Dedicadas a la pesca en otros tiempos, hoy son auténticos tesoros. Y en esta fiesta hay que comer como los marineros de antaño. Una merluza de fondo en caldeirada, cocida y terminada con ajada es una de las delicias que se pueden comer este fin de semana en Combarro, un pueblo que mira y mima a su mar.