La listeria es una bacteria que no da señales de vida y ese es su principal peligro. Cuando contamina un alimento, éste no cambia de aspecto ni huele mal. Por eso, para neutralizar hay que extremar las precauciones en la cocina. Sobre todo con los alimentos crudos. Los expertos piden que se laven las frutas y verduras y cocinar la carne a altas temperaturas. Porque la bacteria no se transmite entre personas, solo al ingerir un alimento contaminado.
Quienes enferman de listeriosis suelen presentar vómitos, diarrea y dolor abdominal. En personas sanas esta bacteria apenas causa problemas, pero para quienes tienen las defensas débiles, para los ancianos y para los bebés en gestación puede ser letal. Una mujer embarazada tiene un riesgo 10 veces superior de sufrirla. Se trata de infección que provoca unas 70 muertes al año en España aunque su incidencia media es muy baja: tres casos por cada millón de habitantes.