Eden Garrity, una azafata de 27 años, se rompió el peroné en cinco partes, la tibia y el tobillo después de que el avión en el que viajaba atravesara una fuerte tormenta de granizo que provocó turbulencias en el aparato al atravesar el Atlántico, según The Sun.
La joven se encontraba empujando el carrito de las bebidas cuando comenzaron las turbulencias, y cayó al suelo de la fuerza de los golpes, sufriendo las fracturas, y teniendo que esperar hasta siete horas hasta que el avión aterrizara para que pudiese ser trasladada al hospital de Manchester. La joven planea reclamar una indemnización por lo sucedido.