La pista presenta el mismo aspecto que cuando la discoteca en cuestión se llenaba antes de la pandemia. Hasta arriba de gente. Lo más curioso es que si centramos la mirada en la gran pantalla que hay encima de los bailarines, en el escenario, vemos como ésta reza que “¡Atención! ¡Pónganse la mascarilla!” o “mantengan por favor la distancia de seguridad”.
No sabemos si el responsable de escribirlo estaba en ese momento en la sala, porque cuando decimos nadie es nadie hace el más mínimo caso. Vemos centenares de personas que están completamente hacinadas, bailando. No vemos ni una sola mascarilla, “y veíamos como entraban a la fiesta, había dos seguridad en la puerta y entraban directamente sin mascarilla” nos dice una persona que pasó por la puerta de la fiesta ese día.
Nosotros nos preguntamos si la dejarían tirada en la calle, porque había muchísimas abandonadas en la puerta, junto a mucha basura. Unos vecinos grabaron desde su balcón dicha puerta, que al igual que el interior, estaba llena de gente apelotonada, algunos solos, muy ebrios. Y todo hasta que la policía, a través de redes sociales vio las imágenes y acudió al local.
Antonio Ruiz, concejal de seguridad del Ayuntamiento de Torremolinos, nos dice que “cuando el sábado por la noche se fue a inspeccionar el local, no es que excediera el aforo, es que era claramente una barbaridad”. Por su parte, José Miguel Ávila, Jefe de la Policía Local, afirma que “el aforo son mil quinientas personas, pero debido a la normativa estaba al 50% que teóricamente había setecientas cincuenta personas, pero estaban todas en la pista”. El ayuntamiento ya lo ha cancelado “y se clausurada la actividad ayer mismo que tenían prevista otra fiesta y las multas pueden llegar a los seiscientos mil euros”, nos dice Antonio Ruiz. Eso sí, se clausura el último día, la última noche, después de cinco días de fiesta ininterrumpida.