Un Boeing 777-200 de la compañía Delta Airlines, que acababa de despegar del aeropuerto de Los Ángeles con 288 pasajeros a bordo, tuvo que liberar los depósitos de combustible sobre varias escuelas antes de realizar un aterrizaje de emergencia. Unas 60 personas resultaron contaminadas al caerles el combustible encima.
La aeronave que se dirigía a Shanghái "experimentó un problema con el motor que requería que el avión regresara rápidamente", según explicó la compañía. "La aeronave aterrizó de manera segura después de una liberación de combustible, que se requería como parte del procedimiento normal para alcanzar un peso de aterrizaje seguro", informó Delta Airlines.
Los afectados tuvieron que ser descontaminados con agua y jabón y ninguno ha requerido asistencia hospitalaria, ha precisado el sargento del Departamento de la Policía escolar de Los Ángeles, Rudy Perez.
El centro escolar más afectado ha sido la Park Avenue Elementary, en la ciudad de Cudahy, a casi 31 kilómetros del aeropuerto, donde 20 niños y 11 adultos sufrieron lesiones leves. Los expertos en materiales peligrosos han confirmado que ya no hay peligro, según el Departamento de Bomberos.