El teletrabajo, pero sobre todo las videollamadas, han hecho que los españoles sean un poco más conscientes de algunas de sus imperfecciones.
Mala iluminación y cámaras mal colocadas han provocado que se dispare la demanda de operaciones estéticas. Se operan un 30% más los párpados y la nariz y hasta un 60% ha subido la demanda de trasplantes capilares.
Tanto nos hemos visto en pantalla últimamente que hemos empezado a sacarnos defectos. Es el efecto videollamada: "30% más de consultas para cirugía o tratamientos faciales"
Lo que más enseñamos, párpados, bolsas, también lo que ocultamos con la mascarilla, la nariz. Al descubierto también la calvicie, los injertos capilares se han disparado. Un postoperatorio que se lleva mejor en la intimidad del hogar, la clave, otra vez, el teletrabajo.
Se operan un 30% más de narices y párpados, un 60% más de injertos. El confinamiento hizo saltar las alarma, las nuevas costumbres post covid.