Pese al drama que vivimos día a día frente al coronavirus, seguimos viendo cada fin de semana incumplimientos de las normas contra la pandemia. Y lo que es peor, cada vez más faltas de respeto y agresividad contra los agentes que controlan el uso de mascarilla o la distancia social. Se sienten impotentes y desautorizados.
Dos agentes intentaron reducir a un joven durante la pasada jornada, pero este se resistió y terminó reduciendo a uno de los policías. Tuvieron que esperar a que llegaran refuerzos para detener al presunto infractor. Pese a ser cuatro, tuvieron que emplearse a fondo.
En Oviedo, tres clientes de una terraza también se pusieron muy agresivos. A duras penas lograron detener a dos de ellos. También, en Madrid, los asistentes a una fiesta increparon y empujaron a los agentes que trataron de desalojar un local, abarrotado de dominicanos.
Solo en la capital han intervenido más de 250 fiestas ilegales este fin de semana. Fiestas que también se siguen celebrando en casas particulares, como en dos casos en los que se desalojaron a 62 personas. Se rebelan contra la pandemia y lo acaban pagando con los que velan por hacer cumplir la ley.
Las agresiones a los agentes se han disparado un 44% en un año. Solo en la Comunidad Valenciana ha habido 24 detenidos y más de 3.600 denuncias. Y en ciudades como Sevilla, 300 sanciones, o en Barcelona, 117.
Dos pasajeros sin mascarilla de un autobús municipal de Tarragona dejaron inconsciente ayer domingo a un inspector que les instó a bajar del vehículo, según ha informado el Ayuntamiento de Tarragona. La conductora del autobús pidió a los dos hombres que se pusieran la mascarilla, a lo que estos se negaron.
Los dos hombres mostraban signos de embriaguez y, aparte de no ponerse la mascarilla, se comportaban mal, por lo que la conductora avisó a un revisor para que les hiciera bajar del autobús. El revisor lo consiguió, pero una vez fuera del vehículo ambos hombres le agredieron hasta dejarle inconsciente y huyeron.
La víctima fue trasladada al hospital Joan XXIII, aunque no precisó ser ingresado y su evolución es favorable. La Guardia Urbana de Tarragona busca a los dos hombres y el presidente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), Jordi Fortuny (ERC), advierte: "Pondremos todos los recursos disponibles para encontrar a los agresores y hacer que paguen por este delito".