En el texto publicado SOS Racismo explica que el personal de seguridad de Renfe cometió "un abuso de poder", ya que estos solo le pidieron a él que enseñara el billete cuando había más personas dentro del vagón.
Según la organización no es el primer hecho de estas características, debido a que tienen constancia de "las paradas racistas que se producen" por parte del personal de Renfe y de las autoridades policiales que se encuentran en las diferentes estaciones. "Criticamos la falta de respuesta de Renfe ante las constantes situaciones racistas que se producen en el sistema de transportes que gestiona, y que permite continuamente la sobrevigilancia, el escrutinio y el abuso de las autoridades competentes sobre las personas racializadas".
Ante esta situación piden "la marcha urgente de medidas antirracistas concretas y firmes frente al personal".
La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado también ha condenado los hechos y ha presentado una denuncia ante el Defensor del Pueblo.
Renfe puntualizó a través de la cuenta de Twitter cercanías Madrid que este desalojo no se produjo por "razones racistas ni xenófobas", pero añade que ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido.