Sorpresa y miedo para los bañistas alemanes que disfrutaban de un caluroso día de verano sobre las blancas arenas de la playa de Schöenbrg, al sur del Báltico. De las aguas de este tranquilo mar surgió un jabalí que no dudó en embestir contra los veraneantes.
El cerdo salvaje apareció nadando en el horizonte hasta que logró alcanzar la orilla. Desconcertado ante la multitud, el animal empezó a embestir a los bañistas que se defendieron de sus ataques como pudieron. Uno de ellos tuvo que ayudarse con una pala para golpearle en el hozico y esquivar así sus embestidas.
Tras corretear entre las toallas tiradas en la arena, el jabalí encontró una vía de escape se alejó a la carrera perdiéndose entre la maleza de los alrededores.