En el caso de Asunta Basterra, el juez considera que los padres de la niña planificaron matar a su hija y para ello hicieron acopio de orfidal y le suministraron más de 15 pastillas a las tres de la tarde en la comida que hicieron en casa de Alfonso Basterra. Después madre e hija se marcharon a su piso. La niña se quedó dormida. Y a las seis Rosario Porto aparcó su coche en doble fila frente al portal. Un testigo aportó los datos pero no situó al padre. Sin embargol, los investigadores sospechan que ayudó a su exmujer a llevar a la niña en brazos al coche. Descalza, sin las zapatillas. Estaban en su habitacion y no tienen tierra de la finca. Sentada en la parte delantera con el cinturón, erguida pero quieta una cámara captó su imagen en el coche con sus madre camino de Teo. La alarma se desconectó a las seis y media. Allí, la niña fue atada de pies y manos con unas cuerdas, todavía estaba viva y por eso quedaron señales en su piel. Creen que Rosario lo hizo por si despertaba. Uno de los cabos que cortó con un cuchillo se quedó en casa. Los otros se encontraron junto al cadáver. Asunta murió según la autopsia cuatro horas después de comer, sobre las siete de la tarde. Pero cino forenses la firman y unos dicen que fue asfixia por sofocación y otros por la ingesta de pastillas. Creen que Alfonso Basterra también ayudó porque el cadaver no tenía señales de arrastre en los pies y pesaba demasiado para Rosario Porto.