Claudia Abigail, la joven asesinada en Totana, se defendió de su asesino, que le asestó más de 50 puñaladas

  • Claudia Abigail, la menor de 17 años asesinada en Totana en el mes de febrero, se defendió ferozmente

  • Johan S, asesino de Claudia Abigail, presentaba heridas en el cuello, los brazos y el pecho

  • Johan S, de 19 años, le asestó más de medio centenar de puñaladas

Claudia Abigail, la menor de 17 años asesinada en Totana en el mes de febrero, se defendió ferozmente del autor de su muerte, Johan S, de 19 años, que le asestó más de medio centenar de puñaladas, según el informe que la Guardia Civil realizó tras la inspección ocular y el levantamiento del cadáver.

Así lo publica La Verdad, detallando que la víctima se defendió durante el ataque ya que Johan S, su asesino, presentaba heridas en el cuello, los brazos y el pecho. Este, que se encuentra en la cárcel de Sangonera La Verde por un delito de asesinato con la agravante de género, la había maltratado otras veces ya que la joven había sido vista con moratones en el instituto, pero Claudia Abigail nunca le denunció.

El día de su asesinato, Johan S le dijo a Claudia Abigail que le devolvería algunos de los regalos que le había hecho durante la relación. Ella aceptó quedar y bajar al trastero, donde, según el propio Johan confesaría luego, se cometió el crimen.

Asestó a su víctima más de medio centenar de puñaladas

Lo hizo porque la joven, que entonces era su novia, quería dejarle, según confesó el mismo, por lo que la mató asestándole más de medio centenar de puñaladas en la espalda, el cuello y los glúteos, según este diario.

Tal fue el ensañamiento de Johan S con Claudia, que le llegó a quitar los pantalones para acuchillar a la joven, ya que estos no estaban rajados y la menor tenía heridas en los glúteos.

La Guardia Civil halló el cadáver de la joven en el trastero y encima de un gran charco de sangre. Tuvieron que echar la puerta abajo porque Johan no le dio las llaves.

El joven contó lo ocurrido a su madre

Los efectivos de la Benemérita ya habían visitado al joven horas antes tras recibir una denuncia de la familia por la desaparición de Claudia. Una patrulla encaminó sus pasos hasta la casa, pero este, en un primer momento, descartó que supiese nada de la joven.

Cuando se marcharon los agentes, sin embargo, el joven comenzó a llorar y confesó a su madre que había matado a Claudia. "He sido yo", le dijo sobre la muerte de Claudia a su madre que se dio cuenta de las heridas que presentaba su hijo.

Su progenitora alertó entonces a la Benemérita, que regresó al domicilio arrancando una nueva confesión del acusado. Ya en ese momento los agentes recuperaron el arma homicida, una navaja, que Johan había ocultado en un canalón.