La jueza Regina Alex explica que para Toben, que urdió la trama, “el crimen era una solución, quería ser libre, tener una vida feliz que pudiera controlar”. Y añade: “Abusó del amor de María por él para atraerla a una emboscada”, informa The Mirror.
María estaba embarazada de ocho meses y deseaba convertirse en madre, según escuchó el tribunal. En enero del año pasado, Toben, junto con un viejo amigo de la escuela, Daniel Mueller, de 20 años, le mintieron diciéndole que iban a ir de compras para el bebé. Una vez en los bosques, la golpearon con un madero, la acuchillaron, la rociaron con gasolina y le prendieron fuego.
Según la jueza, “ella era consciente, pueden haber sido 10, 20, 30 segundos, en los que seguía moviéndose”.
Un paseante encontró el cuerpo al día siguiente. Pronto los asesinos fueron detenidos y se acusaron mutuamente del asesinato. Pero las huellas de Toben estaban en el cuchillo que se encontró cerca de los restos quemados de la joven. Ambos permanecieron en silencio durante el juicio.
Del cómplice, la juez observa que “actuó con el único propósito de conseguir placer en la destrucción de la vida de otro ser humano”.
Tras el juicio, el hermano de María ha dicho que “espero que nuestra familia pueda tener algo de paz”.