El 'asesinato del bar' sigue siendo todo un misterio. En el barrio de Sant Antoni de Barcelona nadie sale de su asombro. El relato estremece por incomprensible. Una pareja discute a las puertas de un bar. Se sienta en un banco. El dueño del bar, de 32 años y de origen marroquí, llama a la joven y esta entra en la cafetería confiada. Pero de repente ocurre lo impensable. El dueño del bar empieza a golpearla con saña.
El novio, ante los hechos, comienza a gritos sin consuelo, intenta entrar en el bar pero la puerta está cerrada. Los vecinos recuerdan que decía, ¡La mata, la mata! Minutos después el dueño de esta cafetería , al que los vecinos vieron esa mañana dando patadas a las cosas y extremadamente nervioso sale del bar. Monta en una bicicleta y se da a la fuga. Lo detienen poco después. Tiene las manos ensangrentadas. El panorama en el bar no es mejor. La joven está muerta.
En el interior del bar los agentes recogen muestras biológicas. El cuerpo de la joven presentaba heridas de arma blanca. Los investigadores tratan de recomponer los hechos, pero ahora ya saben que, al menos hasta el momento, la joven de 17 años no conocía de nada a su agresor. ¿Qué pasó entonces? Una de las empleadas del presunto asesino que trabajaba con él en el bar detalla que desde el jueves no contestaba a sus mensajes, estaba desaparecido. Perplejidad es la palabra hasta el momento para definir un caso que nadie entiende.