Nueve horas después, la luz ha vuelto a Tenerife. Una avería en una estación eléctrica ha afectado a un millón de personas y colapsaba el transporte público o los semáforos. El Ejecutivo canario ya estudia abrir un expediente a las empresas responsables del mayor apagón en una década
Personas atrapadas en ascensores, semáforos apagados, cierres de comercios y restaurantes... han sido las peores consecuencias de un apagón que ha afectado a casi un millón de personas en Tenerife. Han sido nueve horas sin luz.
En las casas no había televisión, ni se podía cargar el móvil. Tampoco había cocina en bares y restaurantes, que ni siquiera podían cobrar a los clientes. El transporte también era un caos: no había semáforos y tampoco funcionaba el tranvía.
Los bomberos han tenido que responder a 60 llamadas por personas atrapadas en ascensores.
Los servicios esenciales, hospitales y aeropuertos no se han visto afectados gracias a los generadores eléctricos.
El Gobierno canario anuncia sanciones y ha abierto una investigación para averiguar qué pasó en la subestación en Granadilla de Abona en el Sur de Tenerife. Un problema cuya causa aún no ha desvelado ni Red Eléctrica ni Endesa, y que ocasionaba un apagón en cadena...Es lo que llaman cero energético, que ya es la cuarta vez que ocurre en Tenerife en los últimos diez años.