Antiinflamatorios y ansiolíticos, los medicamentos de las kellys para poder sacar adelante el trabajo
El turismo en España es un sector en auge tras la crisis. El gasto total de los turistas internacionales que visitaron nuestro país en enero de 2019 aumentó un 3,6% respecto al mismo mes de 2018 –fue de 4.689 millones de euros- y el gasto medio diario se sitúa en 138 euros, un 5,0% más que en enero del año pasado. El gasto medio por turista se sitúa en 1.117 euros, con un incremento anual del 1,4%, según datos del INE. Sin embargo, esta mejora en las cifras del negocio no se refleja en las condiciones laborales de los empleados del sector.
Las camareras de piso, las kellys, siempre han sido el último eslabón de la cadena. Un informe de CCOO denuncia que lo penoso de sus condiciones de trabajo obliga a muchas de ellas a medicarse para poder trabajar, a veces, sin ni siquiera pasar por el médico. “Me ha tocado medicarme 4 o 5 días seguidos por mi propia cuenta, para poder trabajar, aguantar el dolor, llorar por los pasillos...”, cuenta una camarera de piso en el documento del sindicato.
Sufren exceso de trabajo debido al número de habitaciones que deben limpiar, presión para acabarlas cuanto antes, tienen materiales obsoletos o en mal estado y pasan reconocimientos médicos inadecuados. El 66% de las empresas muestreadas reconoce que no realiza las evaluaciones específicas, o no planifica las medidas preventivas o, pese a haberlas realizado, no las implanta, según el informe ‘Camareras de piso 2017-2018' realizado por el Instituto Valenciano de seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT)
¿Cuántas habitaciones hacen al día?
También según este informe dependiente de la Generalitat valenciana, las kellys emplean casi el 80% de su jornada de trabajo en hacer habitaciones. De media hacen, en los hoteles más grandes, en torno a 25 habitaciones por jornada.
Consecuencia de esta ritmo de trabajo, según explica el sindicato, sufren problemas físicos -trastornosmusculo-esqueléticos, tensión, envejecimiento acelerado- y psíquicos como Insomnio, estrés, ansiedad y depresión. ”Llega la noche y no puedes dormir, entonces tienes que tomar relajante muscular o la pastilla de turno para poder dormir y por la mañana tienes que tomar el estimulante adecuado para poder tirar”, explica el informe Comisiones que recoge varios testimonios.
Del dolor físico, a la depresión
Las kellys suelen recurrir a complejos vitamínicos en las temporadas altas, que a veces, acompañan con relajantes musculares, analgésicos y antiinflamatorios cuando para prevenir el dolor. Así, intentan paliar los síntomas, pero solo consiguen agravar su situación y con el tiempo necesitan fármacos mayores, orientados a problemas psicológicos que aparecen como consecuencia de la persistencia de los problemas físicos, destaca el informe del sindicato que ha contado con la participación de médicos especializados en medicina del trabajo.
Muchas de estas trabajadoras terminan consumiendo ansiolíticos para la ansiedad, antidepresivos para la depresión y somníferos para poder dormir. Según el estudio, hecho en las ciudades con especial relevancia por su afluencia de turistas – Málaga, Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife y Alicante- el 71% de las camareras de piso usa fármacos y psicofármacos para poder trabajar.