La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública que pone en riesgo a aquellos pacientes que necesitan o van a necesitar los antibióticos en situaciones críticas para su salud. "Se utilizan antibióticos que no va a curar la infección pero sí van a tener una consecuencia secundaria que es aumentar la resistencia antibiótica en las bacterias", ha señalado.
Precisamente, por este motivo, alerta de que "nos estamos quedando sin antibióticos eficaces debido a la rápida progresión de las resistencias, y esta progresión se produce en gran parte por su uso incorrecto". Y, lo cierto es que sólo una administración prudente de los antibióticos puede contribuir a detener el desarrollo de bacterias resistentes y ayudar a que éstos sigan siendo eficaces en el futuro.
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan para acabar con esta situación es que, no sólo hay que concienciar a la opinión pública, sino que hay que "mentalizar a los profesionales sanitarios y a los políticos de que es un problema del que todos somos responsables". Por este motivo este año se ha decidido que la jornada esté dedicada, en vez de a una diana concreta, al mundo hospitalario y atención sanitaria en Atención Primaria. "Tratando de reforzar las campañas anteriores", ha explicado.
No obstante, admite que la situación es complicada teniendo en cuenta que "hay una gran demanda social de uso de antibióticos", hasta el punto de que, "a veces, el profesional se ve verdaderamente presionado para mandar antibióticos que en ocasiones no sirven para nada".
Entre las recomendaciones a la población destaca el uso responsable y seguimiento riguroso de la prescripción médica. Se deben tomar las dosis recomendadas, a las horas indicadas y durante los días establecidos por el médico.
"Es muy peligroso no cumplir los tratamientos, no sólo en términos de que la infección no se cura adecuadamente sino que facilita mucho la aparición de resistencias a las bacterias, que cuando las enfrentamos a concentraciones de antibióticos que no son las correctas se ayuda a generar la aparición de resistencias".
Además, no hay que hacer acopio de medicamentos, una costumbre a la que, según explica, "se tiene tendencia en España"; y, por otra parte, aunque lo califica de "anecdótico" entre algunos farmacéuticos hay que tratar de no vender antibióticos sin receta facultativa.
Además, recuerda, un incorrecto tratamiento antibiótico influye también en un aumento de la estancia hospitalaria del paciente.
Se estima en más de 1.500 millones de euros en Europa los gastos anuales por prolongación de la estancia hospitalaria y pérdidas de productividad por este motivo.Un incorrecto tratamiento antibiótico influye también en un aumento de la estancia hospitalaria del paciente. Y, en este sentido, desde la SEIMC señalan que se estima en más de 1500 millones de euros en Europa los gastos anuales por prolongación de la estancia hospitalaria y pérdidas de productividad por este motivo.
El tratamiento con antibióticos inadecuados y el retraso en la administración de un tratamiento adecuado en aquellos pacientes con infecciones graves, está relacionado con una peor evolución clínica y, en ocasiones, con la muerte.
En su opinión "hay un problema de falta de información en el sector sanitario" y esta situación podría cambiar facilitándo información microbiológica y acceso a un laboratorio de microbiología que permita conocer la causa de la infección. "Cuanto más tratamiento dirigido sepamos hacer sabiendo la causa de la infección, lógicamente el éxito estará mucho más conseguido", advierte.
"Es muy importante que todos los profesionales sanitarios tengan información sobre las tasas de resistencia de los microorganismos que producen infecciones en su área de trabajo, para que de esa manera poder adaptar las vías de tratamiento a la situación real", añade.
España, entre los más afectados
Por otra parte, recuerda que si los problemas de resistencia continúan al ritmo actual puede que dentro de unos años no haya tratamientos adecuados para las infecciones bacterianas, de hecho "hay ya bacterias resistentes a todos los antibióticos". A su juicio, se trata de una situación "preocupante", más teniendo en cuenta que "no se espera prácticamente ninguna novedad en los próximos 10 años en la industria farmacéutica a nivel de antibióticos".
"Tenemos que cuidar mucho lo que tenemos y hay que incentivar desde la Administraciones públicas que la industria siga investigando nuevos antibióticos, porque podemos tener serios problemas en unos años", alerta.
Los datos más recientes confirman que el número de pacientes infectados por bacterias resistentes está aumentando de forma alarmante en la Unión Europea, y en concreto en España. Así, ha explicado que bacterias como 'Escherichia coli' y el 'Staphylococcus aureus', desarrollan altas tasas de resistencia en España.
"Tenemos una serie de microorganismos donde España desgraciadamente esta en los primeros puestos del ranking y tenemos que poner medidas para que esto se controle", ha concluido, tras destacar la importancia de desarrollar campañas de información.