Se hospedaba en los mejores hoteles de todo el mundo y viajaba en aviones privados. Por estafar a hoteles, restaurantes y bancos, la Justicia de Nueva York ha condenado a Anna Sorokin, la estafadora que fingía ser millonaria, a cumplir una condena de entre cuatro y 12 años.
Anna Sorokin, de 28 años, se hacía pasar por una multimillonaria heredera y se daba una vida de lujos y placeres caros, que se pagaba engañando a diestra y siniestra. Se hacia llamar Anna Delvey y se presentaba como una heredera alemana, propietaria de una fortuna estimada en unos 67 millones de dólares
Sorokin usaba cheques sin fondo para mover el dinero entre cuentas de diferentes bancos y retiraba los fondos antes de que los cheques rebotaran. La Fiscalía la acusó de usar fondos fraudulentos para pagar una cuenta por unos 30.000 euros en un hotel en Soho, en Nueva York. Tampoco pagó la factura del alquiler de un avión privado, otros 35.000 euros.
Anna Sorokin, hija de un conductor ruso de camiones, que se mudó a Alemania cuando tenía 16 años, también engañó a algunos de sus amigos a los que pidió dinero para crear un club de artes privado que se iba a llamar la Fundación Anna Delvey.
La mujer, que probablemente será deportada a Alemania, fue condenada por ocho delitos de fraude, al embaucar a celebridades, banqueros, artistas y amigos durante casi un año, entre 2016 y 2017, robándoles en el proceso unos 275.000 dólares.