En el cementerio municipal de El Espinar llevan once días excavando. Quieren identificar a 17 milicianos republicanos. Entre ellos está Eugenio Juan Insúa, tiroteado el 25 de julio de 1936, cuando tenía 29 años.
Sus nietos llevan más de veinte años intentando confirmar que su abuelo está en la fosa común. Su madre, Rosa María Insúa les ha pedido ayuda. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica se pone a trabajar. Está a punto de ocurrir algo que parece milagroso: el hallazgo de una alianza con la fecha de boda de Eugenio. El equipo entero se emociona, avisan a los nietos y ellos a su madre. Eugenio Juan Insúa ha sido capaz de llegar hasta ellos 84 años después.