Los investigadores del buque Ángeles Alvariño han reanudado en la mañana de este lunes la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno en Tenerife. Las autoridades trabajan en dos zonas concretas para tratar de localizar a los desaparecidos. Por el momento solo se ha encontrado el cuerpo de Olivia.
Este domingo se cumplieron dos meses de la desaparición de las pequeñas Anna y Olivia, secuestradas por su padre Tomás Gimeno. El buque Ángeles Alvariño, tras 28 días de trabajo incansable, opera con los equipos al límite de su capacidad y lo ha hecho este fin de semana de manera intensa.
Primero trabajó en la zona cercana donde se hallaron dos botellas de aire, es ahí donde los investigadores creen que se podría hallar el cinturón de plomos que Gimeno podría haber utilizado para lastrarse. Después, este domingo, se ha rastreado la zona cercana a la que se localizó el cuerpo de la pequeña Olivia.
Es primordial encontrar los cuerpos de Anna y Tomás Gimeno, pero sobre todo el del padre para dar por concluido el proceso judicial. La búsqueda se ha paralizado horas después de su reanudación. Según ha informado el portavoz de la familia de las pequeñas, Joaquín Amills, estaba previsto, pese a que el estado del mar no es óptimo.
El pasado 27 de abril, Tomás Gimeno asesinó, presuntamente, a sus dos hijas Anna y Olivia y, después, se adentró mar abierto en una lancha junto a los dos cadáveres de las menores, hundió sus cuerpos en el fondo del mar y, después, él se quitó la vida lastrando su cuerpo a las profundidades.
Joaquín Amills, portavoz de Beatriz Zimmerman, lanzó este domingo un mensaje en su cuenta de Twitter para recordar a las pequeñas. "Hoy hace dos meses que un asesino infame y cobarde terminó con la vida de Olivia y Anna. Ellas son presente y futuro, nunca serán olvidadas", escribe el portavoz de Beatriz junto a un dibujo de las dos niñas en el que, también, aparece un corazón dibujado.
El hallazgo de dos minitanques de oxígeno puro y un propulsor de buceo sostienen aún más la versión de los investigadores, que siempre han sostenido que Tomás Gimeno usó el cinturón de plomo para sumergirse en el mar y que lo hizo con esos dos minitanques encontrados.
Las dos botellas de aire se encontraron el pasado fin de semana y pertenecen a Tomás Gimeno porque tienen número de serie y han encontrado la factura en su casa. También tenía un propulsor habitual de pesca submarina pero no lo utilizó, sí el cinturón de ocho kilos de plomos con el que se lastró, según creen los investigadores. Las botellas encontradas son pequeñas, auxiliares de emergencia en el buceo recreativo o en la pesca submarina. Llevan un miniregulador o boquilla para respirar.