La búsqueda del cuerpo de Tomás Gimeno sigue su curso con los investigadores tiene más fe que nunca de que, siendo complejo, existe una posibilidad de encontrar lo que buscan, al menos algún nuevo elemento que demuestra que Tomás se quitó la vida tras acabar con la de sus hijas Olivia y Anna. Quieren el cuerpo, o al menos encontrar el cinturón de plomo con el que se sospecha que se tiró al mar junto a las minibotellas con las que Tomás habría logrado una muerte dulce. Su hallazgo resta peso - los investigadores nunca creyeron en ello- la hecho de que Tomás hubiera sido capaz de huir tras lastrar a Ana y Olivia en las bolsas con el ancla y la bombona.
El Ángeles Alvariño, que buscará "hasta que se rompa el sonar", como se ha desvelado en El Programa de Ana Rosa, es una zona lejos de la costa, donde se geolocaliza por última vez la señal del teléfono de Tomás. Una zona alejada a unos 20 kilómetros de dónde tiró presuntamente a sus hijas al mar y dónde habrían aparecido esas dos botellas que pudo utilizar, aunque todavía los agentes no saben para qué de forma exacta.
Los agentes están convencidos de que si hay una zona donde se puede encontrar algo es en esa zona. Para ello van a estar peinando el área de zona incansable, como lo estuvieron haciendo durante todo el fin de semana. De hecho, el buque tenía previsto volver a puerto el lunes y retrasó su llegada hasta el lunes debido al valioso hallazgo de las minibotellas.