La pandemia de coronavirus no da tregua en Alemania que ve este jueves como la mejora de los datos se estanca. Por eso ha resaltado aún más la imagen protagonizada este jueves por la canciller, Angela Merkel, en el parlamento de Berlín. La dirigente germana acababa de bajarse de la tribuna de oradores cuando ya en su escaño gubernamental se ha dado cuenta de que se había dejado la mascarilla sobre el atril. Sin dudarlo ni un segundo, Merkel ha corrido hasta el centro de la cámara para recuperarla cuando una limpiadora desinfectaba el lugar.
Lo ocurrido a Merkel es una anécdota que se repite todos los días en miles de ciudadanos obligados de forma abrupta por las leyes a llevar puesto elemento de protección ante el coronavirus. Estábamos acostumbrados a verlos en muchos turistas asiáticos que paseaban por nuestras calles en pleno verano ataviados con ella pero hasta ahora no hemos sabido lo que significaba llevarla puesta en todo momento.
El de Merkel tampoco es un caso singular entre los dirigentes de todos los países. En actos oficiales, solemnes o incluso en su vida diaria hemos vistos a ministros franceses, ingleses e incluso españoles olvidar de forma momentánea el uso de la mascarilla, así como sus esfuerzos para recuperarla.