“La he ayudado yo a suicidarse porque ella no podía con las manos y le he prestado mis manos”. Son las palabras que Ángel le dijo a la operadora de Emergencias cuando el pasado miércoles llamó para informar de que María José había fallecido. Ángel le ha dado la grabación del audio a uno de los reporteros de Cuatro al día.
Ángel y su esposa, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años, quisieron grabar el suicidio asistido de ella para que la sociedad sea conscientes de los que pasan los enfermos y sus familias y para que la clase política se atreva, de una vez por todas, a legislar la eutanasia.
Ayer, Ramona Maneiro, la amiga de Ramón Sampedro, lamentó que en 20 años que han pasado desde que murió el gallego, no haya cambiado nada en este país. Pidió igualmente que se legisle la eutanasia y aseguró que hay muchos casos que se hacen en la clandestinidad porque si quieres a alguien “claro que la ayudas”.
Maneiro mostró su apoyo a Ángel, que ahora está acusado de cooperación al suicidio al suicidio, y dijo que tanto él como su esposa han sido muy valientes.
El caso de esta pareja no ha dejado indiferente a nadie. En Internet Marcos Ariel Hourmann, el primer médico condenado en España por practicar la eutanasia a una paciente, recoge firmas para pedir a la Fiscalía que no presente cargos contra Ángel.
El marido de María José podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de prisión, aunque su defensa espera que se reduzca considerablemente, incluso por debajo de los dos años.